El 25 de septiembre del año 2015, 193 líderes mundiales de la Asamblea General de las Naciones Unidas se comprometieron a adoptar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Una estrategia a desarrollar a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que se plasmó en los 17 Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODS).
Objetivo 7: Energía asequible y no contaminante.
El séptimo Objetivo de Desarrollo del Milenio se preocupa por la energía asequible y no contaminante: por el acceso universal a la energía y por las energías renovables.
Mil millones de personas, un 13% de toda la población mundial, una de cada siete personas, todavía hoy no tienen acceso a la electricidad. Y más de tres mil millones de personas, un 41% de la población del planeta, usan combustibles contaminantes para cocinar, sufriendo graves problemas de salud por su insalubridad.
Por estos dramáticos motivos se han establecido las siguientes cinco metas a alcanzar desde aquí al año 2.030.
Metas de aquí a 2030 para cumplir el Objetivo de Desarrollo del Milenio sobre energía asequible y no contaminante.
- Asegurar el acceso universal a fuentes de energía asequibles, fiables y modernas.
- Ampliar considerablemente la proporción de energías renovables en el consumo mundial de servicios energéticos.
- Duplicar la tasa mundial de mejora de la eficiencia energética. Mejorarla reduciría el consumo global de electricidad en los edificios y las fábricas en un 14%, con el correspondiente ahorro en el consumo energético.
- Avanzar en la cooperación internacional para facilitar el acceso a la investigación, poner en común el conocimiento y compartir toda la tecnología que ayuda a generar energía limpia: fuentes de energías renovables, eficiencia energética, tecnologías menos contaminantes, reducción de la contaminación de los combustibles fósiles. Y al mismo tiempo, promover la construcción de infraestructuras energéticas limpias y fomentar la adopción de tecnologías limpias con el medio ambiente y la salud humanas.
- Incrementar las infraestructuras y mejorar las tecnologías necesarias para prestar servicios energéticos modernos y sostenibles, que sean accesibles a todos los países en desarrollo. Particularmente en los países menos desarrollados industrialmente, los Estados insulares pequeños y los países en vías de desarrollo pero sin litoral de costa.
Particularmente, desde Tecnología Fotovoltaica Española, nos ha llamado la atención el proyecto de las mujeres en Honduras: han instalado más de 200 paneles solares, con unos 85 vatios de potencia cada uno, aprovechando las mayores cualidades de la energía solar.